A pesar de las prohibiciones, los carteles y pintas proselitistas han empezado a invadir las principales avenidas de la capital.
Las pintas en los muros son las faltas más recurrentes
Por Lourdes Fernández
Paredes, muros, postes de luz y hasta las laderas de los cerros. Todos los rincones de la capital se han vuelto “apetecibles’ para publicitar –a colores y a gran escala– los apetitos electorales de alcaldes que no temen transgredir las normas con tal de obtener votos.
El Poder Ejecutivo, mediante un decreto supremo, convocó el 30 de enero pasado a elecciones regionales y municipales. A partir de esa fecha, según la Ley Orgánica de Elecciones, ha quedado suspendida toda publicidad estatal y se ha restringido la propaganda política. Sin embargo, a tres meses de dictada la norma, las principales avenidas de algunos distritos evidencian que las comunas han hecho caso omiso a la ley.
LETRA MUERTA. En un recorrido, Perú.21 pudo comprobar la proliferación de afiches, paneles y pintas en muros, en donde los postulantes a los cargos municipales recurren a las distintas estrategias publicitarias para atrapar votantes. San Juan de Lurigancho, uno de los distritos más poblados del país, es uno de los ejemplos más claros del incumplimiento de la norma electoral.
Solo en la primera cuadra de la avenida Próceres de la Independencia –frente al transitado mercado El Bosque– se puede apreciar una gigantografía del burgomaestre Carlos Burgos (quien se lanza a la reelección) compartiendo un desayuno con una decena de niños. Esta imagen se burla de la Resolución 136-2010 del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), la cual impide a los funcionarios públicos aparecer en cualquier publicidad estatal.
Asimismo, José Cajahuanca, uno de los postulantes al sillón municipal de El Agustino, no encontró mejor manera de promocionarse que pintando parte de la *fachada del colegio José Carlos Mariátegui, *ubicado en la avenida Riva Agüero. La norma también sanciona las inscripciones en muros de instituciones educativas, tanto públicas como privadas.
En el mismo distrito, el ornato de la ciudad pasó a segundo plano. Las laderas de los cerros se han convertido en paneles publicitarios de los diferentes partidos políticos. Incluso, el del actual burgomaestre Víctor Salcedo. El mismo panorama se evidencia en las principales arterias de Comas.
FALTA FISCALIZACIÓN. Para el especialista en temas municipales, Marco Tulio Gutiérrez, existe una gran responsabilidad por parte de la Municipalidad Metropolitana de Lima, ya que esta entidad es la que tiene competencia fiscalizadora en todas las avenidas de la capital.
“Es en las vías principales donde se producen las mayores infracciones, como el pintado de muros de terrenos sin construir. Se supone que hay permiso del propietario, pero esto casi nunca se cumple”, manifiesta.
Según Gutiérrez, el proyecto de ley que prohíbe a los alcaldes poner sus nombres en los carteles –el cual aún no se debate en el Pleno– sería una solución complementaria a este problema. Intentamos comunicarnos con los burgomaestres de las comunas de El Agustino y Comas para obtener sus descargos, pero no tuvimos respuesta. Por su parte, voceros de San Juan de Lurigancho reconocieron que muchos candidatos están incumpliendo las reglas, por lo que “iniciarán operativos para poner orden”.
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