De ‘Kukín’ Flores a Reimond Manco: los valores del balompié peruano que terminaron en el ‘agujero negro’ de las juergas.
Ellos no resistieron ante la tentación de las mujeres, la cerveza y los autos de lujo. (USI)
Dicen que el sueño de todo niño que le pega a una pelota es llegar a un equipo grande, jugar por la selección e irse al extranjero. Pero, ¿qué sucede cuando en ese trayecto el niño se vuelve hombre?
Cuando aparecen tentaciones con cuerpo de mujer, en forma de botellas de cerveza o de autos de lujo. La última indisciplina de Reimond Manco, llamado a ser estrella del fútbol peruano, lo ubica en la misma sintonía de quienes pudieron ser y no quisieron. De quienes olvidaron el sueño de niños. ¿Podrá retomarlo ‘Rei’?
Reimond Manco
El mejor jugador del Sudamericano Sub 17 de Ecuador 2007, Reimond Manco, se volvió estrella. Pero, una vez allí, cambió. Se peleó con la barra de Alianza Lima (2008) y le enrostró que él ya se iba al PSV. Al mismo tiempo comenzaba su relación con vedettes y modelos y se convertía en un personaje de las páginas de espectáculo.
En el PSV se la pasó lesionado y en la banca y jamás pudo despegar. Tras un préstamo intrascendente en el Willem II, el hoy divorciado Manco integra el Juan Aurich. Aquí con reggaetón y apariciones en farándula ya no es “realidad”.
Waldir Sáenz
Definidor exquisito. La promesa del fútbol peruano de la década del noventa. Waldir Sáenz la ‘rompió’ entre sus 20 y 25 años con campeonatos en Alianza Lima y títulos de goleador nacional, además de ser uno de los mejores pagados del medio y el artillero histórico con la blanquiazul.
Sin embargo, en la selección jamás destacó, como tampoco en el Colorado Rapids (EE.UU.), Unión de Santa Fe (Argentina) y Cristal. Escándalos con vedettes, noches de fiesta y broncas en discotecas marcaron su carrera. ‘Wally’ hasta estuvo metido en un juicio por el robo a la Casa Blanquiazul. Hoy, no es más que un recuerdo.
Johan Sotil
Ángel Cappa encontró una ‘perla’ en la campaña 2002 de Universitario. Los 20 años de Johan Sotil, sus gambetas, amagues y demás virtudes llevaron a los cremas a campeonar en el Apertura 2002. El hijo del ‘Cholo’ ya se asomaba como el nuevo ‘crack’ del fútbol nacional, pero entonces cayó en el agujero negro.
Cambió las combis por el lujoso auto, se metió en juergas y se relaciónó con vedettes y algún travesti. Entre 2008 y 2009 jugó en Bélgica, pero sin trascender. Hoy, Sotil milita en el Sport Huancayo, donde destaca en un nivel muy inferior al de sus inicios. El nombre y el apellido le quedaron grandes.
Mario Gómez
Fuerza, temperamento, manejo de la banda zurda y remate. A los 17 años, Mario Gómez fue parte de la generación Piazza en 1998. Pilar del tricampeonato crema y destacado del Preolímpico Sub 23 de 2001, Gómez se dejó arrastrar por el apelativo de ‘Machito’ y se transformó en un jugador violento, amigo de escándalos y peleas con armas de fuego y blancas.
No jugó en el extranjero (Bélgica y España) porque ‘extrañaba’ a la familia. Gómez estuvo recluido dos veces en penales, por estar involucrado en el crimen de una joven y por herir a un muchacho. Hoy, de 29 años, deambula con sobrepeso en el Sport Boys.
Carlos Flores
Una zurda prodigiosa, carácter ‘conchudo’ y remate magistral. A los 16 años le pegó un baile al Atlético Nacional de Medellín por la Copa Libertadores. Pero Carlos Flores murió cuando nació ‘Kukin’. El volante díscolo, que si bien la rompió en el Sport Boys en 1998 y jugó en Alianza y la ‘U’, empezó a vivir fuera de las páginas deportivas.
Peleas de callejón, salidas nocturnas, intrascendente en el extranjero (Grecia, Argentina y Colombia), ‘Kukín’ protagonizó escándalos que lo sacaron de cada club por la puerta falsa. Carlos Flores es historia, ‘Kukín’ le ganó el duelo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario