Confesó que se puso furioso porque le dijo ‘maricón’. Enterró el cuerpo tal como vio en película
Por: M. Rochabrum
“Mantuvimos relaciones sexuales y luego ella, Leslie, me gritó: “¡Eres un cabro y ya no quiero estar contigo!”. Eso me dio mucha cólera y la maté. Enseguida me acordé que vi una película donde un preso asesina a su pareja y la entierra bajo una banca de concreto para ocultar el cadáver. Yo hice lo mismo…”.
De esta forma, hundido en sus recuerdos y esquivando la mirada, relató el “burrier” holandés Jason Sanford Staling Conquet (32) el estrangulamiento de su pareja, Leslie Dallane Paredes Silva (22), en el penal de “Lurigancho”.
Fue interrogado durante tres horas en el área de Prevención por detectives de la Divincri San Juan de Lurigancho, ante quienes lloró desconsoladamente al narrar con lujo de detalles todo lo que ocurrió aquella tarde del sábado 28 de agosto. Ese día, su enamorada, a la que le llevaba diez años, decidió ir a verlo para terminar la relación sentimental.
“VENÍA LOS SÁBADOS”
Más adelante, afirmó: “Leslie era mi pareja, venía a visitarme todos los sábados y a veces los miércoles. Le reclamé por una supuesta infidelidad y ella me contestó que en la calle se veía con su ex pareja. Monté en cólera y le llamé la atención por mantener relaciones sexuales con otros reos extranjeros, que purgaban condena por tráfico ilícito de drogas, en el pabellón 7. Ella me gritó que yo era un cabro y que no quería saber nada de mí, que esa era la última vez que la veía, porque ya no iba a regresar nunca más”.
Con lágrimas en los ojos, repetía insistentemente: “Ella me decía que yo era un maricón y que se sentía más a gusto con sus amigos que conmigo”.
TATUAJE EN LA MANO
Entre tanto, los restos de la joven Leslie Dallane permanecieron por algunas horas en la Morgue Central de Lima, hasta donde llegaron sus familiares. La reconocieron por un tatuaje con el nombre de “Jason” en la mano derecha y, luego de realizar los trámites correspondientes, retiraron el cadáver para velarlo en estricto privado en una iglesia mormona.
Los peritos de Criminalística de la Morgue indicaron que el cuerpo de la joven presenta escoriaciones en el rostro y cuerpo. “Tendría entre tres y seis meses de fallecida y está en buen estado de conservación, porque el lugar estaba encofrado con cemento”, dijo José Pacheco, gerente de Criminalística del Ministerio Público.
El especialista agregó que con las investigaciones científicas se determinarán con precisión las causas de la muerte de la chica.
Los médicos forenses de la Fiscalía de la Nación tomaron muestras de tejidos y órganos para analizarlos en el laboratorio.
“LE TENÍA MIEDO”
De otro lado, hasta la iglesia mormona ubicada en Comas, llegó Elena Orihuela, patrona de Leslie Dallane, quien trabajaba haciendo bordados. Afirmó muy consternada que el homicida, Jason, acosaba a la chica y la golpeaba en el rostro.
“Ese sujeto llamaba a su trabajo todos los días y la mortificaba con sus celos. Ella no podía trabajar y cuando iba al penal a visitarlo la atacaba a golpes. La pobre regresaba con toda la cara hinchada, por eso yo le decía que lo dejara y ella respondía que le tenía miedo”, afirmó la mujer.
A su vez, Jack Morales, primo de la fallecida, expresó que solo espera que se haga justicia y anunció que los restos de la joven serán enterrados en el cementerio de Puente Piedra.
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