Legalizar el matrimonio homosexual es una tendencia que se viene dando con una fuerza arrolladora en estos tiempos, un obstáculos que sociedades como la nuestra, tarde o temprano tendrán que terminar aceptando. Los sucesos ocurridos en seis países de Europa han corroborado esta aseveración, aprobando con el sí definitivo a la unión de personas del mismo sexo. El mismo hecho a ocurrido en seis estados norteamericanos. Aproximándonos a nuestra realidad, México y Argentina son países que están continuando con esta corriente, casos que no tardaron en repercutir en nuestra nación.
En el Perú, el tema del matrimonio homosexual, ha sido recurrente en estos días. Carlos Bruce, vocero del partido político Perú posible, tras lanzar la primera piedra, mencionando que: “En su plan de gobierno está planteando la unión civil para parejas sin discriminación de género. El Estado les dará la protección de la seguridad social y les reconocerá el derecho de herencia” ha suscitado una reacción diferentes líderes políticos, religiosos y demás organizaciones, incluyendo a la comunidad nacional.
Hablar de este tema en siglos pasados, hubiera sido motivo de censura o con pena de muerte. En la época de Hitler por ejemplo, se comprobó que gran cantidad de homosexuales eran fusilados en campos de concentración. Sin ir muy lejos, en el Perú, durante la época del terrorismo, los homosexuales eran perseguidos y asesinados.
En cambio, hablar sobre matrimonio gay, en países que han superado este tabú. Es hablar de sociedades sumamente modernas en donde han desarrollado a gran velocidad sus leyes a favor de los homosexuales. Y no sería una idea descabellada decir, que en el futuro tendrán gobernantes homosexuales, reconocidos y amparado por la ley.
Pero hablemos del Perú, de nuestro entorno oficial. Una nación con particularidades muy propias a comparación con muchos países de Latinoamérica. Un país todavía adolescente para asumir cambios violentos como el que se quiere proponer a través de las campañas políticas.
El asunto de la homosexualidad en el Perú no se ha desarrollado con gran responsabilidad hasta el momento, ni siquiera se le ha dado el derecho a los homosexuales para la reivindicación de sus derechos básicos como personas, que vienen a ser la libertad por la vida, la salud y la no discriminación. Sin embargo, queremos lograr saltos gigantescos, cuando lo único que vamos a lograr es atentar contra los principios de la humanidad, contra la familia, y sobre todo contra la niñez. Porque no estamos en Europa, ni en Estados Unidos de Norteamérica, lugares en donde han venido planteando una solución de acuerdo a la realidad que les incumbe. Mientras tanto, solicitamos a los líderes políticos que vienen desarrollando sus campañas proselitistas, que no actúen de una manera sensacionalista, sino mas bien, que puedan ofertar soluciones en temas más urgentes como: La anticorrupción, educación, empleo, entre otros. Entonces valdría la pena los debates y polémicas en estas contiendas electorales.
Una curisosidad ¿cómo deciden quien es el primero que se la mete al otro? Gracias
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